¡AY TORITO BRAVO!

Cuando se acerca la época estival, nuestros pueblos empiezan a celebrar sus fiestas patronales, repletas de actos festivos, de los cuales nos gusta disfrutar, sobre todo de los nocturnos.

Durante el día hay juegos para niños, concursos culinarios, etc, pero no estoy aquí para describir las fiestas de nuestros pueblos, si no para protestar (que de paso, se me da bastante bien y tengo mucha afición) por el maltrato que se da a los toros de lidia.

No sé si habéis tenido la oportunidad de ver un toro de lidia de cerca, yo si he tenido esa experiencia ya que parte de mi familia ha trabajado en la plaza de toros de vista Alegre de Bilbao. Por este motivo, he escuchado argumentos a favor y en contra de dicho espectáculo.

Los defensores utilizan el argumento de que gracias a las corridas de toros, este animal no se ha extinguido, y además, ¿a quien no le gustaría vivir durante cuatro años a “papo de rey”? La justificación de que el toro no muere en vano, ya que nos comemos su carne y utilizamos su piel, no sirve cuando a este animal se le hace sufrir durante 15 largos y angustiosos minutos. No es excusa, puesto que hay otras maneras de acabar con la vida de un ser vivo, o sino ¿como nos podemos llamar sociedad avanzada?

Los que no somos vegetarianos, creemos que es necesario el consumo de carne de animales, lo que conlleva la caza o cría de éstos y posterior sacrificio. Esto no significa que tengamos que disfrutar con la muerte de otro ser vivo, y que se haga negocio de un cruel espectáculo. ¡Habrá que ver donde terminan los derechos del espectador y donde empiezan los del animal!